lunes, 10 de junio de 2019

CAPITULO II: EL DESPERTAR DE AL VIDA·



EL DESPERTAR DE LA VIDA 

La aventura del Sonido comienza, observemos...


El mundo despierta y empieza a poblarse de seres vivos: animales, plantas y… el Hombre. Ya estamos todos… ya estamos en casa…el concierto va a empezar.

Ahora tenemos un rico y variado mundo sonoro. Se nos ha añadido el mundo animal, rico en sonoridad, en variedad, en color (el sonido también tiene color) y tenemos el reino vegetal que complementará y enriquecerá la sonoridad de otros elementos, y tenemos algo muy especial: El Hombre.

Qué maravilla!!! todo un mundo para observar, para crear, para disfrutar… Magnífica tarea la que hay por hacer.

Observando el mundo animal, veremos un maravilloso mundo sonoro, musical, me atrevo a decir... Sonidos muy diferenciados para llamarse unos a otros, para avisarse de los peligros, en realidad sonidos para la comunicación. Y además cada especie con unos sonidos característicos. Un concierto de gran variedad y belleza que la naturaleza nos regala.

Si examinamos estos sonidos que emiten los diferentes animales podremos ver que no es hacer ruido por hacer. En casi todos los animales se nota claramente que los sonidos tienen un mensaje, que están muy pensados, diría yo, que tienen una frecuencia fija, un ritmo fijado también y una altura sonora que en cada especie es siempre la misma o parecida y sobre ella ciertas variaciones. Esto, amigos, tiene musicalidad, esto ya lleva los componentes de lo que llamamos música.

Ponemos como ejemplo un lobo, que es un animal conocido por todos y sabemos cómo emite sus sonidos. Estos sonidos del lobo se conocen como aullidos.

Imaginemos unos momentos, oigamos interiormente aullar a un lobo y si os atrevéis, imitarlo, así…a voz en cuello….que de vez en cuando es muy bueno observar nuestras propias posibilidades sonoras. 
Podemos observar que emite un sonido ascendente (direccionalidad del sonido, rudimentos de una escala musical ascendente), cada vez más fuerte (intensidad) y más agudo (altura), que lo mantiene durante unos momentos ahí en una altura sonora casi siempre parecida y que va descendiendo el sonido a la vez que su intensidad se hace menor hasta desaparecer (esto en música se llama  “glisando”). 
A mi me sobrecoge, pero no porque me atemorice sino por la calidad y belleza de dichos sonidos y su perfecta interpretación musical, además de una magnifica puesta en escena (la noche, posiblemente de luna llena…). Qué belleza hay en la naturaleza!, qué perfección, que maravilla, amigos. Os invito a que juguéis con otros sonidos conocidos para vosotros, que tratéis de interiorizar esos sonidos y  emitirlos con vuestra voz y os detengáis unos momentos en lúdico ocio, porque podréis observar cosas que de seguro nunca habíais observado, y os digo que merece la pena concederse unos minutos en ello.

Cualquier animal emite sonidos muchas de las veces ya claramente musicales: El maullido de un gato es un sonido claramente musical, los múltiples matices del ladrido de un perro y la diversidad según lo que quiere expresar, además de las diferencias propias de cada raza. Y no digamos ya el canto de muchas aves que son propiamente melodías que se pueden escribir con notas musicales, sin olvidar a esa legión de pequeños amigos como el grillo, la cigarra, que emiten sonidos interesantes, repetitivos y rítmicos (en música se denominan  “ostinatos”).

El mundo animal es rico en sonoridad, variedad y musicalidad. Disfrutemos simplemente con la observación de nuestros amigos más cercanos que son nuestros perros, gatos, pájaros…  etc (no me gusta la denominación de mascotas, lo siento como si fuera algo de divertimento, un juguete…y ellos no son eso, son nuestros amigos, nuestros compañeros), y os aseguro que será altamente placentero.

El Hombre. Ahí está el hombre. El rey de la naturaleza, el ser dotado de unas cualidades superiores para poder emitir sonidos con una gran perfección y además con una inteligencia capaz de convertirlos en algo muy especial…la Música.

Dejemos al hombre que despierte a todas estas sensaciones sonoras y desarrolle las facultades de las que naturalmente está dotado, y pronto veremos la musicalidad en todas las manifestaciones de su existencia, que le acompañarán en todos los acontecimientos y avatares de su vida, tanto los buenos como los malos.

María Dolores Velasco Vidal

La prodigiosa aventura del sonido" está registrada en el Registro de la Propiedad Intelectual de Madrid. Año 2006





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